Lo primero que hay que decir que el despertar se produce en un proceso individual, interno, que solo se siente, se experimenta. No necesitas que alguien te explique lo que es. Solo es.
Y se alcanza cuando uno llega al estado de paz y calma en su mente, en su corazón, en su cuerpo y en su espíritu que te permite vivir tu día a día en una tranquilidad absoluta.
Es justo el punto en el que uno consigue olvidarse de sí mismo por completo en un solo segundo, y acceder a la nada y atravesarla para encontrarse en el todo. Allí donde se fusiona con esa luz de amor incondicional, llenando su alma de gozo, alegría o éxtasis. En ese momento sabe que forma parte de un todo y se siente «en casa».
A partir de ese instante nada es igual. Ya se ha convertido de nuevo en su niño interior. En la pura inocencia. Ya ha logrado la comprensión de la vida. Solo sabe que hay que vivir y despreocuparse de todo.
Su nueva luz será ese faro que muchos seguirán porque sienten una atracción especial sin saber el motivo. Tú también puedes ser ese faro. Si yo puedo, tú puedes. (algunas frases extraídas del libro Sé tu propio maestro de Suzanne Powell)
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